Mientras conducía al trabajo en 2019, Henry Sanders, ex coordinador de educación técnica y profesional del Departamento Correccional y de Seguridad Pública de Luisiana, notó que se estaban realizando obras de construcción en el área. No era nada nuevo. Sucedía todo el tiempo. Luego vio a mujeres operando maquinaria pesada. Y fue entonces cuando Sanders tuvo una idea, no solo una idea, una a lo grande ocurrencia. ¿Qué pasaría si las prisioneras pudieran capacitarse para convertirse en operadoras de maquinaria pesada en un programa de reingreso?
“Siempre hemos tenido programas de reingreso para mujeres, pero no programas realmente innovadores”, explicó Sanders, cuyas responsabilidades incluían la creación y administración de nuevos programas de reingreso para hombres y mujeres. “En Louisiana, tratamos de mantener a nuestra población reclusa femenina en paridad tanto como sea posible con los hombres”. Continuó: “Tradicionalmente, los programas intentan obtener oportunidades de empleo y capacitación para la población masculina porque la población femenina es solo alrededor del 6% de todos los reclusos”.
Sanders sabía que un programa de capacitación de operadores de equipos pesados para mujeres rompería esa tradición, pero también sabía que el programa no podía permitirse comprar máquinas reales. “Fue entonces cuando pensé en los simuladores”, explicó Sanders, quien comenzó a investigar los simuladores de equipos pesados.
Sanders explicó que la Legislatura de Luisiana había aprobado recientemente el “Paquete de reinversión de la justicia de Luisiana”, lo que significaba, por primera vez en sus 38 años de carrera, una línea de financiación dedicada a desarrollar o ampliar los programas de reingreso existentes para reducir la reincidencia. “Abrió una línea de financiación para que pudiéramos desarrollar programas”, dijo Sanders.
– Comisión de Luisiana para el Cumplimiento de la Ley
Bajo el liderazgo del secretario Jimmy Le Blanc, la nueva gran idea de Sanders se hizo realidad cuando el Departamento compró los sistemas Cat® Simulators completos con sistemas de movimiento y controles convertibles Cat auténticos. Los simuladores permitieron que las mujeres en dos instalaciones, el Instituto Correccional para Mujeres de Luisiana (LCIW) y el Centro Correccional Elayn Hunt, pudieran aprender a operar una excavadora hidráulica, un cargador de ruedas pequeñas, una topadora y una motoniveladora. También podrían obtener la certificación basada en el conocimiento del Centro Nacional para la Educación e Investigación de la Construcción (NCCER), lo que los haría más propensos a ser considerados para un trabajo después de su liberación.
-Henry Sanders
Inicialmente, Sanders estaba satisfecho con la certificación basada únicamente en el conocimiento, pero no por mucho tiempo. Desde entonces, ha desarrollado un plan para proporcionar a las mujeres máquinas reales para que puedan obtener la certificación NCCER completa como los hombres. “COVID nos dio un poco de tiempo para pensar en cómo vamos a lograr que las mujeres obtengan más que una certificación basada únicamente en el conocimiento”, dijo Sanders, quien ahora planea alquilar máquinas reales para el programa de mujeres.
“Pero no podemos alquilar una máquina real durante un mes o dos. Eso cuesta dinero. Ahí es donde entran los simuladores”, explicó Sanders. “Los simuladores van a desempeñar un papel increíble al permitir que las mujeres obtengan literalmente cientos de horas de práctica”. Continuó: “Y el tiempo es dinero. Nos aseguraremos de que pasen tiempo en los simuladores para obtener la práctica que necesitan antes de operar máquinas reales para que puedan obtener la certificación completa”.
Reclusos Tutor Reclusos
Sanders explicó que para que cualquiera de los reclusos, hombres o mujeres, recibiera una certificación o un crédito universitario en los campos de formación técnica y profesional, el programa tenía que emplear instructores certificados por el NCCER. Históricamente, la Oficina de Reingreso y Educación de Luisiana se asoció con el Sistema de Colegios Comunitarios y Técnicos de Luisiana (LCTCS) que proporcionó instructores para los programas de capacitación.
Sin embargo, debido a problemas de financiación, los instructores ya no estaban disponibles. Para mantener los programas de capacitación en funcionamiento, el equipo de Sanders comenzó a resolver problemas y buscar una solución. “Teníamos reclusos varones que eran tutores de educación técnica y profesional (CTE) y siempre ayudaban a los instructores de LCTCS. Nos dimos cuenta de que los tutores de los reclusos sabían tanto como los instructores”, explicó Sanders, cuyo equipo investigó la experiencia de ocho reclusos varones y comenzó el proceso de certificación para que se convirtieran en tutores para reemplazar a los instructores de LCTCS.
Sin embargo, el programa de mujeres resultó ser más desafiante. “Ninguna de las mujeres había operado maquinaria pesada antes, así que no pudimos encontrar un tutor calificado. Luego vino COVID”, suspiró Sanders. “Ahora, tres años después, solo estamos certificando a nuestras mujeres para que sean tutoras, luego vamos a estar en marcha. Pero sin los simuladores, no podría haber sucedido”.
Sanders estima que aproximadamente de 10 a 12 mujeres participarán en el programa de operadores de maquinaria pesada. Ellos lo harán. Lo lograrán”, dijo Sanders con confianza.
Participación en el programa de reingreso
“Esas reclusas deben obtener un puntaje de informe nacional (NRS) de 4 o más en lectura en la Prueba de educación básica para adultos (TABE) y estar libres de infracciones disciplinarias durante un mínimo de 90 días antes de que puedan solicitar los programas de reingreso. , explicó Kelsey Osman, actual Coordinadora de Educación Técnica y Profesional de Reingreso y Educación. “Les damos prioridad si tienen una equivalencia de escuela secundaria o un diploma de escuela secundaria cuando consideramos nuestra inscripción. Pero luego, a menudo, no obtienes una clase completa, solo vas por ese camino”.
Continuó: “La segunda opción es la inscripción doble en la que los inscribimos en cursos de equivalencia de escuela secundaria simultáneamente con su programa de capacitación. Y la tercera opción es si tienen una fecha de lanzamiento corta (aproximadamente dos años) y necesitan capacitación para salir a buscar trabajo. Estudiaremos la posibilidad de inscribirlos directamente en los programas de formación. Tenemos 135 credenciales que pueden obtener”.
-Kelsey Osman
Más que un programa de formación
“Los hombres y mujeres aprecian los programas y lo que estamos haciendo por ellos”, dijo Osman. “No lo dan por sentado. Se ofrecen como voluntarios para participar en los programas porque, en última instancia, afectará sus vidas”.
Osman explicó que ofrecer campos no tradicionales para las mujeres demostrará ser más lucrativo para las empresas que contratan a las reclusas como operadoras de maquinaria pesada cuando sean liberadas. “Los negocios pueden demostrar que son diversos y brindarán oportunidades para hombres y mujeres en un área predominantemente masculina”, dijo Osman. “Esta oportunidad que Doc (Sanders) ha brindado a las mujeres en el programa de operadores de equipos pesados les dará una ventaja cuando salgan. Ellos saben eso. Y ellos ven eso. Es bastante asombroso ver a las mujeres operar máquinas pesadas y lo bien que lo hacen”.
“El impacto que hacemos en estas personas encarceladas es increíble. Tienes la oportunidad de verlo en vivo. Puedes verlo suceder justo frente a ti”, comentó Osman. “Aprueban sus exámenes. Obtienen las certificaciones. Los ves obtener libertad condicional con la oportunidad de conseguir trabajo”.
Sanders agregó: “La medida principal es que obtengan la certificación NCCER. Eso significa que han cumplido con un estándar aceptado en la industria de la construcción. Entonces, si obtienen la certificación como operador de equipo pesado de nivel uno, saben cómo hacer el trabajo. E hicimos algo bueno. Eso es una victoria para nosotros”.
El portal de la fuerza laboral: el "efectivamente" para las correccionales
Conectarse con empleadores potenciales es clave para cualquiera que busque trabajo. Los participantes del programa de reingreso tienen la oportunidad de hacer precisamente eso a través de un portal llamado Workforce Portal. “Todavía se encuentra en las primeras etapas, pero Workforce Portal es el 'De hecho' para las correcciones”, explicó Osman. “Los reclusos son aprobados para ser parte del portal y luego ingresan su perfil, al igual que en cualquier otro sitio web de búsqueda de empleo”.
“Los empleadores potenciales ingresan los criterios específicos de lo que necesitan y buscan reclusos que cumplan con esos campos”. Osman concluyó: “Nuestro objetivo final es que los reclusos capacitados tengan una entrevista antes de ser liberados. Luego, una vez que son liberados, van directamente a un trabajo”.
